viernes

dices que no sabias,
que no te habías enterado..que no tenias idea..

si, es verdad, hay alguien que me gusta, que me gusta L E N T A M E N T E que me llena el alma de flores, que me regala sonrisas cuando todo pareciera caer encima, que sube cerros, duerme poco, que se baja de un colectivo para subir a una micro, que se pega en la cabeza con lo mismo y donde mismo porque es niña y lo sabe, porque es niña pero me lo niega..

ella canta, ella baila, ella sonríe, ella le da esperanzas a quienes no la tienen, ella riega sus plantas y tiene la cara con azúcar flor cuando va de paseo y come churros..
yo la miro, de frente "nunca hacia arriba" como podría pensarlo.. le veo en todo lo lindo, todo lo malo.. pero no me asusta, solo me conmueve, y es esa "sensación" la que me hace querer tenerla cerca, aunque ella se aleja, una y otra vez...
yo le canto cuentos por la noche y ella se duerme sin saber quien soy, ni lo que siento..

3 comentarios:

florecita_rockera dijo...

si tú fueras TÚ....hoy sería tu cumpleaños....

leaf dijo...

yo, si soy yo..y si, fue mi cumpleaños..

Anónimo dijo...

(mmmhhh... lo que se encuentra una cuando hace doble clik...)
le envío señorita...algunas felicidades varias....algo de la sabiduría que encontré una madrugada en el desierto a -7º....unas cuantas sonrisas para los días lindos....y abrazos soleados de media tarde.....espero que estés muy bien..

Palabras de otros...



" y sé 
que hay una fecha, un día, detrás de cada calle,
un rencor deseable,
un arrepentimiento, a medias, en el cuerpo"


...Por lo demás hay que ser imbécil, hay que ser poeta,
hay que estar en la luna de Valencia para perder más de cinco minutos con estas nostalgias perfectamente liquidables a corto plazo..."

Julio Cortázar

Problemas de geografía personal

Nunca sé despedirme de tí, siempre me quedo
con el frío de alguna palabra que no he dicho,
con un malentendido que temer,
ese hueco de torpe inexistencia
que a veces, gota a gota, se convierte
en desesperación.

Nunca se despedirme de tí, porque no soy
el viajero que cruza por la gente,
el que va de aeropuerto en aeropuerto
o el que mira los coches, en dirección contraria,
corriendo a la ciudad
en la que acabas de quedarte.

Nunca sé despedirme, porque soy
un ciego que tantea por el túnel
de tu mano y tus labios cuando dicen adiós,
un ciego que tropieza con los malentendidos
y con esas palabras
que no saben pronunciar.

Extrañado de amor,
nunca puedo alejarme de todo lo que eres.
En un hueco de torpe inexistencia,
me voy de mí
camino a la nada.

Luis García Montero

 
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