domingo

divagaciones sobre mi, sobre ti, sobre lo que no somos

aún no logro saber bien quien eres y la verdad, inexplicablemente hay días como hoy que siento que te quiero de tantas maneras diferentes..

es que a veces te miro dentro mío y me sonríen los ojos..
(tan niña..)

no sabes nada de mi, solo lo obvio y lo obvio que me habita es tan particularmente fome que no culpo a tu prolongado desinterés...

soy un poco fome, al lado de las que te gustan, lo sé.. (y me río) no acostumbro a hacerlo, pero contigo no hay de otra, me provocas ser como la soga que se estira y regresa porque hay días que lo quiero todo contigo y otros que no quiero verte asomada ni cerca de mi jardín... es que los destiempos me enojan con la vida y mientras tu quieres un hola, yo quiero dormir contigo y cuando has querido venir a mi cama no he sido capaz de tocarte...

y es que me vuelvo tan torpe a tu lado...y quizás no se nota y ese es el problema, esto es como una tragicomedia que me sale tan pero tan natural, que si lo releo casi me convenzo de que lo soy, y es que en este momento soy como este texto, de seguro sin hilo, tartamudo, como de niño embobado, perdido, que mira a su compañera de clases en los recreos pero ella sonríe al del lado...

"creo que nunca fui el del lado"


y tu tan risueña, pero tan silente, dices tanto con tan poco, pero nada cuando la nostalgia te atrapa y a veces siento que vives en ella, que duermes y te levantas con la nostalgia en tus ojos...
la nostalgia de un pasado no concretado, de un presente a veces perdido, de un futuro incierto de querer cruzar ....

pero me gustas, me gustas hace meses y me gustas más que ninguna,
es verdad, me sostengo de haberte sentido las manos una vez..
de saber como besas
de saber a que sabes...
de sentir como sientes
de una noche cualquiera
de besos alocados
perdidos y encontrados...



sábado

365

tengo un sentimiento de mierda rondándome, se va a cumplir un año de la navidad más triste que he pasado ¿y sabes? no hay nada que me indique que pasado 365 días y 365 noches, me vaya a sentir lejos de la pena que me sigue causando tu ausencia..

nunca pague tanto por sentir
nunca me debí tanto por amar
nunca había sentido una deuda tan grande con la vida por mostrarme lo que eres
y nunca sentí que me debieran tanto como desde que vi partir tu auto dejándome el abandono más absoluto y doloroso de todos entre las manos que tantas veces tomaste

acaba de entrar alguien con tu perfume..
(perfume que compramos en buenos aires...porque nunca antes te gustó uno)
me tembló la voz
la mirada
y el corazón..

...ese que se congela, cuando veo a alguien con tus zapatillas
(Zapatillas que elegí yo porque tu las querías y no te atrevías a usarlas)

o cuando al ascensor sube alguien de metro ochenta,
y otras cuando en el starbucks de pedro de valdivia compro apurada por si entras con tus compañeros de clase...

tu fantasma me persigue cada noche que no programas la tv porque sabes que me gusta dormirme con ella encendida pero nunca despierto para darle el "off"
nadie cierra la puerta de mi habitación..
nadie se duerme a las once de la noche
ya no compro cajas de leche soprole porque es la única que te gusta
ni cereal de chocolate de ese que te duraba tres días..

desperté dolida... de seguro volví a soñar que te veía, que estábamos juntas y no lo recuerdo..
pero el cuerpo tiene memoria y el mío lo único que recuerda es que vive esperando que uses las llaves que nunca devolviste, en la puerta que nunca cambió cerradura, por si llegas una mañana cualquiera como si nada hubiera pasado...




Palabras de otros...



" y sé 
que hay una fecha, un día, detrás de cada calle,
un rencor deseable,
un arrepentimiento, a medias, en el cuerpo"


...Por lo demás hay que ser imbécil, hay que ser poeta,
hay que estar en la luna de Valencia para perder más de cinco minutos con estas nostalgias perfectamente liquidables a corto plazo..."

Julio Cortázar

Problemas de geografía personal

Nunca sé despedirme de tí, siempre me quedo
con el frío de alguna palabra que no he dicho,
con un malentendido que temer,
ese hueco de torpe inexistencia
que a veces, gota a gota, se convierte
en desesperación.

Nunca se despedirme de tí, porque no soy
el viajero que cruza por la gente,
el que va de aeropuerto en aeropuerto
o el que mira los coches, en dirección contraria,
corriendo a la ciudad
en la que acabas de quedarte.

Nunca sé despedirme, porque soy
un ciego que tantea por el túnel
de tu mano y tus labios cuando dicen adiós,
un ciego que tropieza con los malentendidos
y con esas palabras
que no saben pronunciar.

Extrañado de amor,
nunca puedo alejarme de todo lo que eres.
En un hueco de torpe inexistencia,
me voy de mí
camino a la nada.

Luis García Montero

 
Powered by Blogger