yo no puedo sentir tu pena, no puedo acercarme a ella,
es más, no sé si pueda acercarme a ti, estoy corriendo el riesgo de que sigas sin verme aunque este frente a ti...
te regalo mis momentos profundos de estos días, porque han sido tuyos,
se han aparecido en ascensores, bajo el agua caliente de la mañana, caminando por pasillos largos de alfombras gruesas y luces perfectas, mientras veo como cae el agua caliente sobre mi té, cuando me asomo al balcón con un vaso de agua fría en la mano, cuando camino abrigándome el cuello y con las manos en los bolsillos mientras voy cruzando por el frío de una madrugada cualquiera, en esos momentos te has aparecido, y se que no soy nada, que no tengo nada, que quizás aún ni tu sabes bien quien eres, pero una cosa te digo, mi vida se vale de días, y estos que te he regalado, han sido perfectos en la distancia y el desencuentro de tu vida y la mía...