lunes

Stranger

hay nubes más grandes que otras..y se asoman de repente oscureciendolo todo, vuelven los días noches y los amaneceres parecieran no regresar más...

yo no puedo sentir tu pena, no puedo acercarme a ella,
es más, no sé si pueda acercarme a ti, estoy corriendo el riesgo de que sigas sin verme aunque este frente a ti...

te regalo mis momentos profundos de estos días, porque han sido tuyos,
se han aparecido en ascensores, bajo el agua caliente de la mañana, caminando por pasillos largos de alfombras gruesas y luces perfectas, mientras veo como cae el agua caliente sobre mi té, cuando me asomo al balcón con un vaso de agua fría en la mano, cuando camino abrigándome el cuello y con las manos en los bolsillos mientras voy cruzando por el frío de una madrugada cualquiera, en esos momentos te has aparecido, y se que no soy nada, que no tengo nada, que quizás aún ni tu sabes bien quien eres, pero una cosa te digo, mi vida se vale de días, y estos que te he regalado, han sido perfectos en la distancia y el desencuentro de tu vida y la mía...

Palabras de otros...



" y sé 
que hay una fecha, un día, detrás de cada calle,
un rencor deseable,
un arrepentimiento, a medias, en el cuerpo"


...Por lo demás hay que ser imbécil, hay que ser poeta,
hay que estar en la luna de Valencia para perder más de cinco minutos con estas nostalgias perfectamente liquidables a corto plazo..."

Julio Cortázar

Problemas de geografía personal

Nunca sé despedirme de tí, siempre me quedo
con el frío de alguna palabra que no he dicho,
con un malentendido que temer,
ese hueco de torpe inexistencia
que a veces, gota a gota, se convierte
en desesperación.

Nunca se despedirme de tí, porque no soy
el viajero que cruza por la gente,
el que va de aeropuerto en aeropuerto
o el que mira los coches, en dirección contraria,
corriendo a la ciudad
en la que acabas de quedarte.

Nunca sé despedirme, porque soy
un ciego que tantea por el túnel
de tu mano y tus labios cuando dicen adiós,
un ciego que tropieza con los malentendidos
y con esas palabras
que no saben pronunciar.

Extrañado de amor,
nunca puedo alejarme de todo lo que eres.
En un hueco de torpe inexistencia,
me voy de mí
camino a la nada.

Luis García Montero

 
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