A veces cuando voy camino a la habitación, pienso, ¿realmente esto es lo que quería? ¿realmente es este el tipo de relación que yo esperaba?, Antonia se quedó en la maquina tragamonedas que la alucina, lleva quizás 5 horas sentada en ella, y yo he dado vueltas por todo el casino, me he tomado dos aguas sin gas y un whisky, además de haber dibujado en dos servilletas, observo a la gente, está toda como idiotizada, nadie pareciera disfrutar, excepto los chinos que beben cerveza, hablan fuerte y se ríen como niños pequeños, intento respirar pero me cuesta, el humo me enferma, no me gusta, no me gusta en la cara, no me gusta en la boca, no me gusta en el aire.
Quiero saber la hora, pero dejé el reloj y el celular en la habitación, busco saberla pero descubro que en el casino no existen relojes y claro, allí dentro pierdes la noción del tiempo, no sabes si es de día o de noche, no sabes que ocurre en el mundo, porque todo es perfecto, ¿tienes hambre? hay comida, ¿tienes sed? hay bebidas, todos los empleados te sonríen, todo está lleno de luces artificiales que no te dejan espacio al aburrimiento, sin embargo yo creo que lo estoy y tengo ganas de regresar a mi casa, donde mi cama es más pequeña, donde al desayuno no tengo para escoger entre cinco tipos de panes diferentes y tres jugos de frutas,...cruzo un estacionamiento, (desde donde te llamo por teléfono, cuando tengo el valor de hacerlo) saludo a tres botones, tomo dos ascensores y camino sobre una alfombra realmente gruesa, donde parecieran hundirse mis zapatillas, 214, 213, 212, "please dont´t disturbe" dice mi puerta, ¿en que momento lo colgué? no sé, ¿que hago aquí? tampoco logro saberlo, la fucking tarjeta que debería abrir mi puerta no funciona, una, dos, tres, cuatro y cinco veces, no pasa, no hay caso, no abre, me siento en el suelo, me apoyo en la pared y todo es una serie de repeticiones constantes, cada milímetro es igual a otro, pienso en que me gustaría conversar contigo, mirarte, hacerte sonreír con alguna de las mil estupideces que podría contarte, y eres tan callada, y no me miras cuando me hablas, pero te imagino sentada aquí, riendo porque la tarjeta no nos abre, y seguramente con burbujas en los ojos, pero no estás y probablemente yo no sea alguien que lleves de paseo dentro de tu cabeza, te imagino de gustos distintos y pienso en que quiero que leas esto, para que te enteres de como apareces en mi días y haces de ellos algo diferente, porque si bien no te pienso siempre, cuando apareces me dibujas sonrisas que tienen tus ojos...